Impacto ambiental: de purin a fertilizante

El impacto de los purines

  • Contaminación del agua superficial y subterránea por infiltración de efluentes. Eutrofización por exceso de nutrientes

  • Contaminación del aire, fundamentalmente con amoniaco, óxido nitroso, metano,  partículas,  aerosoles, microorganismos, etc.

  • La exposición prolongada  provoca enfermedades respiratorias y otros efectos negativos en la salud de animales y operarios.

  • Producción de gases de efecto invernadero (metano, óxido nitroso, etc.)
  • Alta demanda de agua para consumo y limpieza de las instalaciones. Molestias locales (olores, ruidos, polvo)

  • Diseminación de metales pesados, pesticidas, sustancias tóxicas y residuos de medicamentos veterinarios en agua y suelo

  • Diseminación de microorganismos patógenos, incluyendo patógenos resistentes a los antibióticos

  • Riesgo ambiental latente debido a la acumulación del efluente en lagunas de contención con posibilidad de filtraciones

  • Alto costo y complejidad de los tratamientos actuales de purines.

Nuevos aditivos biotecnológicos

El ganado porcino necesita ingerir proteínas para su crecimiento que sufre un proceso metabólico donde pasa a formar carne. Lo que no se absorbe en el aparato digestivo es eliminado por las heces en forma de nitrógeno orgánico y por la orina en forma de urea, que pasa al purín donde sufre una degradación inmediata y se convierte en amoníaco al entrar en contacto con el aire.
En las explotaciones ganaderas confinadas este gas se evapora y se disemina por el interior de los edificios, debiendo ser extraído mediante sistemas de ventilación. 
En definitiva, una parte importante del nitrógeno excretado se volatiliza y, el resto, constituye el poder fertilizante que podemos aportar al suelo para quedar a disposición de los cultivos.
Nuestro objetivo con la familia de aditivos es mantener la mayor cantidad posible de nitrógeno biodisponible para las plantas, estabilizado dentro del purín.

Gracias al acuerdo alcanzado con la startup mendocina Bioeutectics nuestros aditivos integran en su fórmula un solvente de origen natural, evitando tener que aplicar derivados del petróleo en el suelo en el uso posterior del fertilizante.

Cómo puedo conocer la calidad del aire que respiramos?

El primer paso para resolver un problema es realizar un diagnóstico que logre poner en datos la problemática y analizar esta información recopilada para poder actuar directamente en las causas del problema para solucionarlo.
En nuestro caso, relevamos la composición del aire dentro de las naves de cría mediante un termo de vidrio o burbuja de vacío que posee presión negativa para capturar las emisiones al nivel del piso, donde respiran nuestros cerdos. El contenido de cada burbuja es analizado en un laboratorio de la Universidad de Córdoba donde obtenemos un reporte específico de todos los elementos que forman parte del aire.

Analizando la composición específica de gases que nos arroja cada reporte, podemos formular un aditivo diseñado especialmente para los problemas de cada granja, mitigando la emisión de gases nocivos (y contaminantes) al ambiente y reteniendo o encapsulando la mayor cantidad de moléculas que resultarán beneficiosas para un uso agronómico posterior.

El mismo procedimiento de toma de muestras, análisis y formulación de un aditivo específico llevamos a cabo con los purines y efluentes retenidos en lagunas o contenedores temporarios para poder estabilizarlos antes de ser aplicados a campo.

Con el resultado de la medición de gases en nuestro poder, procedemos a formular un aditivo (contiene emulsionantes, enzimas, minerales microporosos, resinas y un solvente natural) que previene la formación de costras superficiales y homogeiniza el efluente; Facilitando el bombeo posterior para extraerlo debajo del piso, reduciendo el agua de lavado y los tiempos de limpieza.

El aditivo actua en el momento en que caen las excreciones a la fosa de contención primaria manteniéndo una consistencia líquida, mientras que los minerales secuestran las moléculas de amoníaco (y otros gases) previniendo que escapen al ambiente interno de las naves y posteriormente a la atmósfera. La formulación con elementos naturales previene la irritación en animales/operarios y no presenta inconvenientes si se mezcla con detergentes biodegradables u otros agentes desinfectantes de origen natural.

El aditivo viene en una presentación de 20 litros y se utiliza una vez a la semana, vertiéndolo directamente en el piso de slat para que alcance por gravedad la fosa. Admite también su aplicación mediante hidrolavadora directamente debajo del piso para fomentar la integración al efluente. 

El segundo aditivo actúa en la balsa de contención gracias al contenido de microorganismos específicos (alga, bacterias, levaduras y hongos) que conquistan el ecosistema, descomponen la materia orgánica en elementos más simples que mejoran la capacidad fertilizante.

Estos microorganismos producen una gama de enzimas como proteasas, celulasas y lipasas que son eficaces para romper las capas de la corteza celular y eliminar el material orgánico que integra los efluentes estabilizando los nutrientes y creando un balance. El aditivo contiene otra enzima, la ureasa, que ayuda a la descomposición de la urea presente en la orina de los cerdos.

Cuando se inyectan nuestros microorganismos benéficos al purín, éstos conquistan el ecosistema al cabo de un tiempo, disminuyen las poblaciones de otros microorganismos nocivos, potencian la calidad fertilizante y simplifican la biodisponibilidad de los nutrientes por parte de las plantas.

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